7.10.2007

Las Dunas de Las Chapas



Inicio aquí mi recorrido por ser el lugar de mi infancia, dónde pasé largos veranos en casa de mis abuelos, entre Cuesta Correa y el Coto de los Dolores, y entre la Víbora y Artola. Imagínense estas tierras hace unos cuarenta (entonces era un niño de siete años), que apenas podía vislumbrar la belleza de esta región, pero donde pasé momentos inolvidables. Recuerdo el camino en burro desde la carretera hasta la casa que parecía que estaba en el fín del mundo, las tormentas y los arroyos con esa impetuosidad de sus aguas, Don Antonio Maiz, que iba en bicicleta a visitar a los enfermos, El horno de pan de mi abuela, la cuadra, la era, la viña, las gallinas poniendo huevos entre las chumberas, el corral de los cerdos, los cuentos que narraban mis tios en aquellas interminables noches de tormentas, el mar, los pinos, los juegos..., quizás era una vida muy dura en aquellos tiempos , pero para un niño como yo, era el paraiso.

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